Cae la noche, y la pálida luna me ilumina de nuevo. Cogeré mi escoba de bruja y volaré en busca de la ventana de tu cuarto. ¡ Déjala abierta, amor, para que entre! Tocaré los rizos de tu pelo, susurraré a tu oido aquello que nunca me dejaste decirte. Dulces sueños, mi vida, siempre dulces... Puéblalos de amor y aventuras, aunque yo no esté en ellos, y sé feliz.
Cuando amanezca me marcharé despacio, por la misma ventana, en silencio, ligera, para que no quede rastro de mi paso por ella.
¡ Hasta la próxima luna, amor, hasta el próximo vuelo!
Cuando amanezca me marcharé despacio, por la misma ventana, en silencio, ligera, para que no quede rastro de mi paso por ella.
¡ Hasta la próxima luna, amor, hasta el próximo vuelo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario