Sueño,
y en mi sueño mi cuerpo desnudo
yace en una enredadera
cubierto por las hojas de la hiedra.
Siento,
y me llega un suave aroma que me envuelve
de flores y canela.
Sueño,
y en mi sueño está meciéndome la brisa,
me ilumina la luz de tu sonrisa.
Siento,
que la brisa se transforma en fuerte viento
que enreda entre mis piernas mi cabello.
Me despierto...
Y la hiedra son tus brazos, que me atrapan,
el aroma, es de tu cuerpo que me ata,
la brisa, tus labios en mi oido,
la luz es tu mirada de deseo,
y el cabello enredado, son tus dedos,
que buscan las fronteras de mi sexo.
¡Que bonito, tenerte así, tan cerca,
sentirte así en mis sueños!
¡No te vayas!
y cuando terminemos de querernos,
acúname de nuevo.