lunes, 17 de agosto de 2009

APRENDI DE MI PADRE


Aprendí de mi padre que el amor siempre es gratis, no se compra, no es una transacción.
Aprendí de mi padre a entregar por completo lo que soy, sin escatimar. No hay que dar las migajas, no se da de las sobras, al amar se da lo mejor.
A estarle agradecido a quien te ama. Y a perdonar a quien de ti se olvida.

A no tenerle miedo a la mañana y a vivir intensamente cada día.

A encarar las batallas, aunque vengan mal dadas, a perderlas con dignidad. Los fracasos no son malos en sí mismos cuando de ellos aprendes algo más.
Que es mejor equivocarse por haber hecho algo, que arrepentirte por no haberlo hecho nunca cuando tuviste la oportunidad.

Aprendí muchas cosas de mi padre, pero sobre todo, a no querer ser más que nadie; tan sólo querer ser buena persona.

No hay comentarios: