Para ti sólo quiero cosas buenas. Lo mejor de mi mundo para ti , si lo quieres.Puede que mi mundo te parezca pequeño, pero está repleto de variados paisajes.
Tiene una pradera verde de caricias y besos; si te tumbas en ella percibirás en la brisa que la agita el rumor de poemas de amores, de estrofas de canciones, de palabras, de versos...
Bajando por el otro lado de mi pensamiento, dos alfombras de flores. Las unas son pequeñas y de muchos colores, saltarinas, traviesas, las mece el viento de mis sonrisas : Alegría es su nombre. Las otras, carmesí, con sus pétalos grandes y descarados, mis flores de Lujuria, hechas con mis pasiones. Son fuego que no quema, y destilan veneno que nunca te envenena, mas te hacen adicto: si las pruebas, repites. ¡ Abrazame y hazte con ellas ramilletes !
Al fondo, mi Colina de la Tranquilidad, y a sus pies, mi remanso de paz. Cuando vengas cansado de luchar tus batallas o te inunde la ira de la vida vivida, sumérgete en sus aguas de topacio mecido por mis brazos.
Si quieres desahogarte, sientate a la orilla de mi mar y habla con sus olas, siempre dispuestas a escuchar tu voz y a fundirse con ella en la rompiente.
Claro que mi mundo tambien tiene sus rincones oscuros... pero esos me los quedo, no voy a hacerlos tuyos. De mi mundo, para ti sólo quiero lo bueno. Pero cuando estés dentro yo sé que las puertas cerradas se abrirán, y tu luz inundará esos rincones, transformándolos en belleza.
Tiene una pradera verde de caricias y besos; si te tumbas en ella percibirás en la brisa que la agita el rumor de poemas de amores, de estrofas de canciones, de palabras, de versos...
Bajando por el otro lado de mi pensamiento, dos alfombras de flores. Las unas son pequeñas y de muchos colores, saltarinas, traviesas, las mece el viento de mis sonrisas : Alegría es su nombre. Las otras, carmesí, con sus pétalos grandes y descarados, mis flores de Lujuria, hechas con mis pasiones. Son fuego que no quema, y destilan veneno que nunca te envenena, mas te hacen adicto: si las pruebas, repites. ¡ Abrazame y hazte con ellas ramilletes !
Al fondo, mi Colina de la Tranquilidad, y a sus pies, mi remanso de paz. Cuando vengas cansado de luchar tus batallas o te inunde la ira de la vida vivida, sumérgete en sus aguas de topacio mecido por mis brazos.
Si quieres desahogarte, sientate a la orilla de mi mar y habla con sus olas, siempre dispuestas a escuchar tu voz y a fundirse con ella en la rompiente.
Claro que mi mundo tambien tiene sus rincones oscuros... pero esos me los quedo, no voy a hacerlos tuyos. De mi mundo, para ti sólo quiero lo bueno. Pero cuando estés dentro yo sé que las puertas cerradas se abrirán, y tu luz inundará esos rincones, transformándolos en belleza.
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