Todos caminamos con nuestra maleta. La de unos es muy grande, la de otros más pequeña. No importa el tamaño, lo importante es que sea ligera y que dentro quepa todo.
Si te enseño mi equipaje vas a ver básicamente amor, el que doy y el que me quitan; viejas heridas de guerra, dobladas de cualquier manera, las que me recuerdan lo que fui y lo que soy.De cuando era niña guardo la ilusión para mirar la vida y verla con mejor color.Guardo mis errores bien clasificados, para echarlos mano de vez en cuando y que nunca se me olvide lo que de ellos he aprendido. Llevo perdón para perdonarme lo que hice que no estuvo bien y para perdonarte si hace falta. Y llevo humildad para pedirte perdón si es necesario, si te hice mal.
Llevo unas cuantas dosis de esperanza para encender en mi camino si hay tormenta o hace frío. Y un puñado de recuerdos de todas las personas que he querido y de aquellas que me quisieron; de las que me dieron mucho todo lo conservo, y de las que no supieron guardo sólo lo bueno.
Abrí mi corazón y respiré del tiempo, y seguí caminando con mi maleta, que el amor es ligero y apenas pesa. Lo llevo bien accesible para rápido sacarlo y colgarlo de tu percha, que no se arruga y no hace falta plancharlo... Y si me equivoqué contigo, guardaré el error como si fuera un libro. El dolor te lo dejo, pero no lo guardes en tu mochila, que ese sí es pesado. Volveré a recoger mi amor, que seguro que en otro sitio habré de darlo, quédate un poco si quieres, que de eso sí me sobra... Me gustaría dejarte tambien un poco de mi fe, que te hace falta, pero no puedo porque la llevo puesta y es la que carga con mi maleta.
Abre tú la tuya y examina lo que llevas. Deshazte del desamor y de la pena, saca tus dudas y tu miedo, no los lleves contigo. Echa fuera todo el lastre, que ese equipaje tiene que acompañarte el resto de tu vida. Deja bien dispuestos dentro tu amor y tu pasión, que pueden encender la luz en otras tierras y ser la hoguera de otro sueño como lo fue del mío.Lleva tu espléndido corazón, pero quítale el cerrojo, que abierto va mejor. Y del dolor guarda sólo lo justo, una pizca para recordar que tambien eres humano; haz como yo, mételo en un sitio pequeño y que no estorbe.
Todos vamos viajando en la vida, y si tenemos la suerte de encontrar a quien amar y que nos ame, cuanto más amor en la maleta menos pesa, porque para meterlo hay que sacar la ropa vieja.
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