jueves, 13 de agosto de 2009

CAMINANDO


A veces el camino no resulta nada fácil. Sobre todo si no sabes que dirección tomar. Hay quién se queda anclado sobre sus pies, dejando la vida pasar... Pero a mí me gusta caminar.
A veces encuentras quién te hace tropezar, y muerdes el polvo. Pero yo siempre me vuelvo a levantar. Tengo fe en que, al final del camino, puede estar lo mejor. Y si no echo a andar, jamás tendré la posibilidad de alcanzarlo.
Puedes hacerme caer, puedes llegarme a detener, puedes robarme la ilusión, puedes romper mi corazón, pero nunca, nunca, podrás quedarte mi fe. Y esa, amigo, es la que me pone en pie otra vez.
A veces encuentras tipos interesantes. A veces, incluso, aparece alguien especial... A veces crees haber encontrado ese alguien que te hará pararte y descansar... Y resulta que no era ese tu lugar.
Puedo amarte y construir fortalezas para ti, pero no puedo obligarte a que me ames y te quedes a vivir.
Y sigo caminando, ¡ qué otra cosa puedo hacer ! Creo que estoy hecha para caminar...
Intentaré que la distancia entre tu punto y el mío sea la suficiente y quizás mañana pueda volver la vista atrás, y mirar sin que me duelas tú.
Y ¿ quién sabe? los caminos dan tantas vueltas... Tal vez otro día vuelva a pasar por aquí, y cuando me veas vengas a caminar junto a mí.
Y aunque sólo sea por esa oportunidad que quizás la vida me vuelva a brindar, merece la pena seguir caminando otro día más.

No hay comentarios: