jueves, 30 de julio de 2009

SOY UNA PLAYA


Amor, soy una playa, alcanza mis orillas. En ellas no encontrarás piedras con las que tropiecen tus pies. No hay aguas turbias en las que el fondo no pueda adivinarse... Mi piel está hecha de agua cristalina, soy transparente, soy lo que ves que soy... Y termina en una fina arena, tibia y blanca, que espera tus pisadas.
Tiéndete sobre mí y abre tu corazón. Déjalo que se empape con el agua de mis olas... Déjate mecer, con su murmullo, en la cálida cuna de mi vientre. ¡ Salpícate de mí !
Amarra en mí tu barca, amor... Voy a hacerte un traje con la espuma de mis besos y a entregarte la perla de mis piernas abiertas. Sueña conmigo, amor, en esta inmensidad azul que nos envuelve.
¡ Abraza mi ribera con tus brazos de hombre ! Vamos a fabricar atardeceres que contemplen mañana nuestros ojos. Deja que tus caballos de mar jueguen con mis caracolas...

TE IMAGINO


Te imagino. Me gusta imaginarte...
Dibujo, con tu voz, sobre mi piel,
las huellas de tus dedos.
Perfilo tu silueta, a contraluz, 
con la sombra que proyecta tu voz
sobre las paredes de mi cuarto.
Me baja tu voz por la garganta,
como vino exquisito,
inundando mi cuerpo en su camino
de calor y alegría.
Tu voz me ha secuestrado la razón
en algún punto intermedio
entre lo terrenal y lo divino.


Tu voz es cuanto tengo...


Quiero tocarla con la punta de mis dedos...
Quiero ponerle un rostro, una sonrisa,
 una mirada cómplice,
 un cuerpo que se enrede con el mío
 como en un laberinto...


No tardes, mi amor. 
Yo, mientras... te imagino.