yace la inmensidad de tu silencio
La nada me parece suave
si la comparo con tu indiferencia
Blandes tu lengua sin palabras
como quien esgrime una espada,
hendiendo mis noches sin estrellas,
y me lapidas con tus palabras
que no son mías
Pero mi corazón se alza
como la Victoria en Samotracia,
irreductible y libre,
no existe océano que pueda detenerlo
y se atreve a cruzar el imposible
que media entre nosotros
Tu silencio se despeña sobre mí
como la oscuridad sobre el ocaso,
pero los niños que habitan en mi alma
pueden pintar oscuridades
El silencio es el recurso enclenque
de quien no tiene nada que decir
porque se sabe falto de razones
El silencio es también
el último bastión de poder del torturador
cuando ya no le quedan más recursos
El silencio de la ignorancia
está bien para los idiotas,
es la balsa de los pusilánimes
Yo prefiero que me digas adiós
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