Para vestirme bien
no necesito más traje que tu piel.
No necesito caracolas,
me basta con tu risa
para escuchar las olas.
Para comer,
tus besos me alimentan.
Para andar
no preciso más senda que tu cuerpo.
Para encender la luz,
con tus ojos me sobra.
Para poblar mis sueños,
mis fantasías las construyo
con tu recuerdo.
No necesito más mundo
que tus manos,
ni aprenderme más cosas
que tu nombre.
¡Amor, te echo de menos!