Cuando cierres los ojos esta noche quédate conmigo,
y saca tu lengua de paseo por la circunferencia de mi ombligo
y tus manos, curiosas, por los contornos breves de mis pechos,
que se tensan por tu boca satisfechos.
Quédate, amor, conmigo y piérdete, travieso, entre mis piernas,
mientras la Luna mece nuestros sueños
y nos miran, risueñas, las estrellas.
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1 comentario:
Como ser moderado frente a este poema... pues no quiero ser moderado... quiero decirte que a uno se le sale el corazón animoso... que las venas se inflaman al sentir migrar el fuego desde el alma....
No puedo ser moderado... me gustaría estallar, de deseo o de alegría o de ambas... ver la "la luna mece nuestros sueños...."... creeme!!! no puedo ser moderado frente al festin de placer de tu poesia...
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